Diagnóstico facial 

El éxito en cualquier tratamiento estético está en realizar un buen diagnóstico para detectar las carencias y necesidades de la piel.
 Así podemos garantizar un buen asesoramiento y mejor resultado.

SPA para tus ojos 

Alivia la fatiga ocular, los dolores de cabeza y el insomnio; reduce las ojeras; hidrata profundamente la piel y bloquea la humedad, regenerando la piel; mejora la elasticidad de la piel y ayuda a reducir las arrugas estáticas y dinámicas; reduce la hinchazón debajo de los ojos debido a la retención de líquidos.

Higiene facial
(adaptada a cada tipo de piel)

 Piel sensible: apta para el cuidado de la piel extremadamente delicada, como aquella con cuperosis o rosácea, o como coadyuvante en tratamientos de quimioterapia. La línea contiene fragancias hipoalergénicas y, siguiendo la ley de cosméticos, no contiene conservantes.

Piel grasa:  Comedones, pápulas y pústulas, también conocidas como erupciones, caracterizan a una piel con imperfecciones que usualmente revelan poros engrandecidos. Este es un desorden de la piel frecuente y, a menudo, severo que empieza en la pubertad y puede extenderse a la edad adulta.

Piel seca: Una piel saludable se caracteriza por ser tersa, suave y lisa. Posee una capa natural que la protege de la pérdida de hidratación o de sustancias patógenas externas. Para ello, pequeñas escamas de la capa córnea se apilan en varias capas una encima de la otra y se mantienen unidas gracias al cemento intercelular.

El factor natural de hidratación que asegura que la capa córnea no se seque, consiste en sustancias hidrofílicas y otras que las mantienen unidas. Todo ello junto con lípidos hidrofílicos forman lo que se llama capa hidrolipídica que mantiene el equilibrio de humedad en la piel